Mi producción artística comienza a tomar forma cuando me voy a vivir al campo detrás de las montañas orientales de Bogotá, Colombia, en la vereda Frailejonal del municipio de La Calera. El paisaje bucólico y mi continua estancia en la ciudad es la fórmula perfecta para desarrollar estas obras impactantes que están cargadas de dos agentes: la naturaleza y la cultura. La poética abunda en la coalición de materiales e ideas, llevando al espectador a un recorrido por rasgos de mi vida que se desprenden de la experiencia intencional.
Me considero un artista ecléctico pues trabajo con variedad de técnicas como pintura, dibujo, ilustración, fotografía, tejido, escultura, video, sonido, objetos encontrados y objetos intervenidos que generalmente se ensamblan como instalaciones.